La estación de servicio de trenes y el área de mantenimiento de una empresa minera en el norte de Brasil, cercanos a la selva amazónica, sufrieron contaminación debido a derrames de combustible de sus tanques subterráneos. En 2005, estudios ambientales revelaron una seria contaminación de las aguas subterráneas. Se identificaron dos áreas fuente y un extenso penacho de contaminación en el agua subterránea.
Se identificaron dos áreas fuente distintas, cada una contribuyendo a un extenso penacho de contaminación. La contaminación afectaba aproximadamente 4,000 metros cuadrados de líquido ligero en fase no acuosa (LNAPL), además de una fase disuelta que contenía hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH), hidrocarburos totales depetróleo (TPH) y BTEX. Se encontró agua subterránea contaminada a una profundidad máxima de aproximadamente 20 metros.
Varias consultorías ambientales participaron en la investigación y remediación del emplazamiento sin éxito. Desde 2010 hasta 2018, se implementaron una barrera hidráulica y la extracción y tratamiento del agua mediante la instalación de 28 pozos. El agua subterránea se trataba con carbón activado. Estas tecnologías resultaron ser ineficaces.
La estrategia de remediación propuesta por GreenSoil consistió en implementar un diseño deremediación cíclica debido a la falta de información sobre el emplazamiento. La primera fase del proyecto se centró en la eliminación del LNAPL, combinada con la circulación de aguas subterráneas. Para ello, se instalaron 60 nuevos pozos para extracción e infiltración, así como un biorreactor para el tratamiento delas aguas subterráneas en la superficie. El agua subterránea se extrae, se separa la fase libre o LNAPL a través de un separador de aceite y agua, y luego se trata en un biorreactor aeróbico. Antes de reinfiltrar el agua en el suelo, se suministran los nutrientes necesarios. La segunda fase del proyecto, que tuvo lugar en el segundo año, consistió en la instalación de un sistema de biosparging y la estimulación de la biorremediación in situ.
Durante la operación del sistema de remediación, se observó una notable reducción en los espesores de la fase libre en los pozos de monitoreo. Después de 17 meses de operación, ya no se detectó presencia de fase libre en el área de estudio, lo que evidencia la eficacia del sistema implementado. La remediación aeróbica in situ concluyó en 2021, logrando satisfactoriamente los objetivos de remediación establecidos.