Las antiguas actividades industriales de una empresa automotriz internacional en Venray (Países Bajos) tuvieron como resultado un impacto significativo en el suelo y las aguas subterráneas con diferentes contaminantes: se identificaron dos áreas de origen con compuestos orgánicos volátiles y aceites minerales, así como una contaminación más homogénea con metales pesados. El área total del sitio es de aproximadamente 8 ha, de las cuales aproximadamente 5 ha son edificios industriales. El volumen total de suelo contaminado con compuestos orgánicos volátiles se estimó en 125 000 m³, con concentraciones muy superiores al 10% de solubilidad del tetracloroetileno.
Durante muchos años, se llevó a cabo una remediación de P&T in situ mediante una barrera hidráulica para evitar una mayor migración de contaminantes a las aguas subterráneas fuera del sitio. Si bien esta instalación había estado en funcionamiento durante mucho tiempo, prácticamente no se había eliminado ninguna masa contaminante debido a que las áreas de origen (que estaban ubicadas debajo de los edificios) no se eliminaron activamente. Además, los resultados del monitoreo mostraron que la remediación de P&T provocó una mayor propagación horizontal de los contaminantes dentro de los límites del sitio. La combinación de requisitos y restricciones complejos condujo a años de estancamiento: por un lado, las autoridades locales estaban preocupadas por la migración de los contaminantes a nivel local y externo. Por otro lado, el propietario tenía el deseo de reconstruir el terreno y quería acelerar el proceso, aunque había muchas incertidumbres que implicaban una gran responsabilidad. Como resultado, había muchos riesgos asociados con el desarrollo planificado del sitio. Además, se desconocía la fuente de contaminación bajo el edificio y la posible remediación tuvo que combinarse con trabajos de demolición y eliminación del amianto.
Para salir del punto muerto, GreenSoil se ofreció a asumir todas las responsabilidades relacionadas con los contaminantes y se le adjudicó un contrato a tanto alzado para las obras de demolición y remediación. El alcance de las obras incluyó la eliminación del amianto de los edificios antiguos, las obras de demolición y la rehabilitación completa del suelo y las aguas subterráneas contaminados del sitio.
La remediación incluyó la excavación y la limpieza fuera del sitio de las áreas de origen de hasta 4 millones de metros cuadrados. Posteriormente, se instaló un sistema de remediación in situ con filtros de recirculación (extracción e inyección), que tuvo en cuenta la construcción de un nuevo edificio en la parte superior de la instalación. Para cumplir con los requisitos del cliente y permitir una venta y remodelación rápidas del sitio, GreenSoil llevó a cabo un diseño subterráneo. Esto permitió llevar a cabo nuevas actividades de construcción in situ, como la construcción de nuevos almacenes, sin afectar a la remediación in situ que se estaba realizando.
Los distintos filtros de recirculación se conectaron a la unidad de remediación a través de un sistema subterráneo. En estos contenedores, el agua subterránea contaminada extraída se mezcla con la propia fuente de carbono de GreenSoil (Dehalo GS)TM) antes de volver a inyectarse en las aguas subterráneas para estimular la degradación anaeróbica biológica de los contaminantes, creando así un gran biorreactor in situ.
El sustrato orgánico Dehalo GSTM junto con los nutrientes, los oligoelementos y las vitaminas, fermenta en el acuífero para acelerar la biodegradación anaeróbica de los contaminantes. El manejo cuidadoso de la técnica asegura que el donador de electrones fermente a la velocidad correcta, liberando hidrógeno gradualmente para mantener el proceso de biodegradación y evitar una fuerte caída del pH.
Además, se ha instalado una barrera de biodegradación para evitar que los contaminantes se propaguen más allá de los límites del sitio. Tras la instalación de los sistemas in situ, el sitio se preparó para su reurbanización, se compactó y se terminó de acuerdo con los requisitos.
GreenSoil ofreció el proyecto junto con BodemBeheer Nederland. Una vez que GreenSoil haya alcanzado los objetivos de remediación de la fuente, BodemBeheer Nederland supervisará la estabilidad de la contaminación restante y asumirá la responsabilidad por la contaminación restante.
La combinación de un enfoque proactivo, un diseño bien pensado y una propuesta interesante dio como resultado una remodelación rápida y rentable del sitio. Al utilizar el método de planificación LEAN, junto con una buena cooperación entre todas las partes involucradas, todas las actividades se desarrollaron según lo planeado y sin conflictos. GreenSoil entregó el sitio al cliente en un plazo de 5 meses después de la firma del contrato para que el cliente pudiera iniciar las obras de reurbanización o infraestructura del sitio. Las autoridades locales estaban entusiasmadas con el enfoque innovador, ya que la tecnología anterior ya no era eficiente. A finales de 2022, se habían alcanzado los objetivos de remediación. En 2023, la remediación activa se completará con la aprobación de las autoridades. BodemBeheer Nederland continuará supervisando el sitio en un futuro próximo y ha asumido la responsabilidad.
A finales de 2022, se habían alcanzado los objetivos de remediación. En 2023, la remediación activa se completará con la aprobación de las autoridades. BodemBeheer Nederland continuará supervisando el sitio en un futuro próximo y ha asumido la responsabilidad. Este instituto es conocido por el cuidado posterior de este tipo específico de sitios contaminados.
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